Un ensayo clínico descubrió un enorme beneficio de los arándanos para la salud

Salud

Según informó el medio especializado Eating Well, el consumo diario de una taza y media de arándanos, en forma de polvo, no solo mejoró ciertos biomarcadores relacionados con el colesterol, sino que también promovió un aumento en bacterias intestinales específicas que favorecen la digestión de aproximadamente antioxidantes.
De acuerdo con la investigación, los arándanos son ricos en polifenoles, compuestos bioactivos que incluyen antocianinas, responsables de su característico color azul intenso. Estos compuestos han demostrado reducir el estrés oxidativo y la inflamación, factores clave en la prevención de enfermedades cardíacas y metabólicas. Además, los polifenoles tienen un impacto positivo en el microbioma intestinal, un componente esencial para la salud general.
Diseño del estudio y metodología
El ensayo clínico, denominado BEACTIVE (“El arándano mejora la actividad y la cognición mediante una mayor eficiencia vascular”), se llevó a cabo durante 12 semanas y contó con la participación de 55 hombres y mujeres mayores de 60 años. Los participantes, seleccionados para presentar baja actividad física y un índice de masa corporal (IMC) correspondiente a sobrepeso u obesidad moderada, fueron divididos aleatoriamente en dos grupos. Uno de los grupos consumió una bebida a base de polvo de arándano dos veces al día, mientras que el otro recibió una bebida placebo de aspecto similar.
Ambos grupos siguieron una rutina de ejercicios y se les pidió evitar el consumo de frutos rojos, uvas, cerezas y otros alimentos ricos en nutrientes similares durante las dos semanas previas al inicio del estudio. Además, se monitoreó su actividad física mediante dispositivos portátiles y se registraron sus dietas mensualmente para garantizar la adherencia al protocolo. Al final del ensayo, 48 participantes completaron el programa.
Ambos grupos siguieron una rutina de ejercicios y se les pidió evitar el consumo de frutos rojos, uvas, cerezas y otros alimentos ricos en nutrientes similares durante las dos semanas previas al inicio del estudio. Además, se monitoreó su actividad física mediante dispositivos portátiles y se registraron sus dietas mensualmente para garantizar la adherencia al protocolo. Al final del ensayo, 48 participantes completaron el programa.
El análisis de los datos reveló diferencias significativas entre los dos grupos. Según detalló Eating Well, los participantes que consumieron el polvo de arándano observaron niveles más bajos de partículas pequeñas de colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”) en ayunas, así como una reducción en los niveles de colesterol LDL y otros marcadores después de las comidas.

Por otro lado, el grupo placebo también experimentó una disminución en el colesterol total, el colesterol LDL y el colesterol no HDL, aunque los cambios en este grupo podrían estar influenciados por factores externos, como la conciencia de participar en un estudio de salud.
desempeña un papel crucial en la descomposición y absorción de los compuestos beneficiosos presentes en los arándanos. Este cambio no se observa en el grupo placebo, lo que sugiere que el consumo regular de arándanos puede inducir adaptaciones en el microbioma intestinal para optimizar la digestión de sus nutrientes.

Eating Well destacó que incorporar arándanos a la dieta diaria es una estrategia sencilla y accesible para mejorar la salud cardiovascular e intestinal. Ya sea en su forma fresca, congelada o en polvo, estas pequeñas bayas ofrecen una opción natural para quienes buscan controlar sus niveles de colesterol o fortalecer su microbiota intestinal.

Los investigadores subrayaron que, a diferencia de cambios drásticos en el estilo de vida o intervenciones médicas invasivas, el consumo de arándanos representa una solución escalable y adaptable a diferentes contextos dietéticos. Este enfoque es especialmente relevante para los adultos mayores, quienes a menudo enfrentan desafíos relacionados con la salud metabólica y cardiovascular.

El estudio publicado en Nutrients refuerza la idea de que pequeños cambios en la dieta pueden generar beneficios significativos para la salud. Aunque se requiere más investigación para confirmar estos hallazgos en poblaciones más amplias, los resultados actuales posicionan a los arándanos como un aliado clave en la promoción del bienestar general. Incorporar esta fruta a la rutina diaria no solo es una decisión saludable, sino también una forma deliciosa de cuidar el corazón y el intestino.

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