El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para eliminar la restricción a la presión del agua en las duchas, una medida que, según la Casa Blanca, “hará que las duchas estadounidenses sean grandes otra vez”.
Trump se ha quejado insistentemente de la falta de presión de agua en los baños de su país, que atribuye a las regulaciones federales de preservación de agua.
La orden ejecutiva instruye al Departamento de Energía a repeler las regulaciones “radicalmente verdes” que limitan el agua de la ducha a 2,5 galones (9,5 litros) por minuto.
Según la Casa Blanca, la orden “libera a los estadounidenses de las regulaciones excesivas que convierten un objeto casero básico en una pesadilla burocrática” y pone fin a la “guerra de Obama-Biden contra las duchas”.
Desde su primer gobierno (2017-2021), Trump ha atacado las normas de presión de agua para las duchas, inodoros, lavaplatos y otros aparatos de uso cotidiano, y ha acusado a sus rivales demócratas de querer eliminar las estufas a gas.
Pero según el Proyecto de Concienciación sobre Normas de Electrodomésticos, “las regulaciones para las duchas le ahorran dinero a los consumidores en sus recibos de agua y electricidad y ayudan al medio ambiente”.