El anuncio repentino de un feriado de cinco días por Año Nuevo, del 1 al 5 de enero del 2025, generó reacciones en los sectores turísticos, hoteleros, comerciales e industriales.
El Gobierno justificó esta decisión argumentando que busca dinamizar la economía mediante la movilización de turistas en territorio nacional. De la mano con esto, el Ministerio de Turismo también anunció que en esos días reducirán el IVA del 15 % al 8 %.
Mauricio Letort, presidente de la Federación Hotelera del Ecuador (Ahotec), dio bienvenida a este decreto, señalando que el sector turístico ha sufrido un golpe fuerte en el 2024, con la reducción del 17 % de entrada de turistas internacionales.
Diego Vivero, director ejecutivo de la Confederación de Restaurantes del Ecuador, dijo que los negocios verán distintos resultados dependiendo de su ubicación.
“Estoy convencido que en las playas del Ecuador estarán muy contentas, reprogramando la gestión que tendrán que hacer con más turistas y demás, pero las grandes ciudades, son más bien emisoras, es decir, de ahí salen mucha gente”, expresó.
Por su parte, José Miguel Abad de la Cámara de Pequeña Industria de Cuenca dijo que este decreto preocupa al sector productivo, porque aún las empresas no se han podido recuperar por la crisis energética, que prevé cortes de energía de tres horas para la siguiente semana.
“Se aumentan costos operativos porque al no poder laborar normalmente, obviamente, si nosotros queremos trabajar esos días, tenemos que incrementar el costo del personal en un recargo de un 100 %”, comentó.
Cristina Hernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Ambato, apuntó que desde su enfoque no existe ningún beneficio de un feriado extendido, porque los picos de venta serán hasta Navidad y luego de esa fecha las transacciones bajan.
Por sí ya van bajando las ventas (…) si fueran (días de feriado) recuperables de alguna manera, podríamos decir, no afecta tanto, pero al no ser recuperables, tienes que pagar así no tengas realmente consumo”, concluyó.