Tres horas y media usó el expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, para su defensa y réplica en su juicio político. Justificó su actuación como titular de ese organismo, pero además intentó demostrar que se puede transicionar entre el derecho, la astronomía, la metafísica y la confesión de delitos sin necesidad de un buen uso del lenguaje
Terán intervino dos veces en la Asamblea Nacional este miércoles 17 de julio. Su primera alocución se extendió por dos horas y media. La segunda duró una hora más. En ese tiempo hizo gala de su capacidad para combinar, por ejemplo, la astrofísica y la virtud.
Para el exfuncionario, el espacio sirvió para señalar que había cedido a presiones para sentenciar al expresidente Rafael Correa. En julio de 2020 Terán fungía como juez de la Corte Nacional de Justicia (CNJ). Él conformó el tribunal de apelación que ratificó la sentencia contra el exjefe de Estado y otros 17 sentenciados en el caso Sobornos.
A ratos, el también procesado por los casos Metástasis e Independencia Judicial repetía ser un hombre de lecturas y trastabillaba con el idioma y las estructuras gramaticales formales.
En otras ocasiones parecía que entraba en trance. Era cuando su discurso apelaba a un mesianismo donde el mesías era él.
Entre otras cosas, reconoció que tuvo aspiraciones presidenciales y reconoce que es un hombre histriónico.
Wilman Terán está preso desde diciembre de 2023 por el caso Metástasis, en el que se le imputa un presunto delito de delincuencia organizada. Además, enfrenta otro proceso penal por el presunto delito de obstrucción a la justicia. Este último caso se denomina ‘Independencia Judicial’. ECUAVISA.COM