Por: Jacinto Salas Morales
Yahuarcocha siempre estará en la mirada de los ibarreños. Un artículo publicado por este diario en noviembre de 2008 decía que “la gran preocupación de amplios sectores de Ibarra, en esos días, era evitar la extinción del mítico lago.“ Por ello, y como consecuencia de esa inquietud, el más importante trabajo realizado en ese año fue la construcción y el mantenimiento del canal que desde el Tahuando aportara a la laguna “ el caudal suficiente de agua que compensen el progresivo desecamiento del espejo de agua.
Hoy, el interés, como lo menciona el alcalde de Ibarra se centra en el turismo. Esta no una visión única. Yahuarcocha tiene múltiples necesidades que un estudio serio no puede marginar si lo que la ciudad busca es encontrar respuestas definitivas para la recuperación de este emblemático lugar. Uno grave, aunque poco advertido es esa verdadera invasión de vehículos de turistas y que todos los fines de semana llegan allí. Los puestos de venta y pequeños restaurantes se multiplican y contribuyen a la contaminación de espacios , principalmente de la laguna.
Se habla de proyectos pero ninguna apunta a defender el entorno, el paisaje, la ecología. Hay, al contrario quienes piensan en urbanizar los terrenos y no tienen escrúpulos en soñar en “Ciudad Yahuarcocha”. Lo lograrán?
Es el momento de pedir un proyecto diferente, coherente con la vocación natural de Yahuarcocha. Y hay muchas ideas para atraer a un turismo que defienda la naturaleza, la ecología y evite ostentación y dispendio.