Por: Jacinto Salas Morales
Para quien escuchó la intervención de la señora alcaldesa en la sesión solemne del pasado 28 de septiembre, debatir sobre un tema de interés para el desarrollo urbano de Ibarra podría parecer inútil. Esto, porque según el discurso, la decisión estaría tomada. Con todo, vale pedir al Municipio escuche voces diferentes, acepte razonamientos válidos y, solo entonces, impulse el proyecto. Ojalá seamos escuchados.
Vamos al grano. La semana pasada, esta columna analizó, brevemente, la sorpresiva noticia según la cual el Municipio proyecta construir un puente de 290 metros de longitud sobre el río Tahuando, entre la calle Chimborazo, en los Huertos Familiares y la laguna de Yahuarcocha. Costo de la construcción: 45 millones de dólares. 22 millones pagados por Ibarra, es decir por los contribuyentes de esta ciudad. El saldo, por el Ministerio de Obras Públicas.
La pregunta: ¿por qué Ibarra no exige al Mopt el paso lateral y libera a la urbe del tráfico pesado desde y hacia Tulcán que congestiona la Mariano Acosta y Cristóbal de Troya y destruye la carpeta asfáltica? Esa lucha y exigencia evitarían a Ibarra esa enorme inversión de 22 millones de dólares, indispensables para otras obras.
Tres personalidades ibarreñas que leyeron el artículo consideran indispensable un debate. Obras como el paso lateral o el puente deben analizarse con argumentos, responder a principios de planificación urbana no a corazonadas ni caprichos. Menos a otras presiones. Planificadores urbanos, ingenieros, arquitectos deben liderar este debate. Si aman a Ibarra tienen la palabra.
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