Un cadete de la Escuela Superior de Policía (ESP) dijo haber visto al teniente Germán Cáceres, esposo de la desaparecida María Belén Bernal, subir un “bulto” a su auto la madrugada del pasado 11 de septiembre cuando desapareció de ese lugar.
Dicha versión es uno de los elementos con los que cuenta la justicia para mantener abierta la orden de búsqueda y captura de Cáceres, en calidad se sospechoso por la presunta desaparición forzada de su esposa.
Otra pista es el colchón de su habitación en la escuela policial, donde se desempeñaba como instructor, pues allí se encontraron manchas de lo que parece ser sangre, al igual que la huella de una mano en la pared.
La muestra se comparará con el ADN de la madre de Bernal.
Según el proceso investigativo que sigue la Fiscalía, que no puede ampliar detalles por encontrarse en etapa de indagación previa, a las 00:45 del 11 de septiembre, Bernal, una abogada de 34 años, ingresó al recinto donde se preparan los futuros policías para llevarle comida a su esposo.
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Pero allí lo sorprendió con una cadete -que este sábado fue puesta en prisión preventiva- con quien tendría una supuesta relación sentimental.
María Belén discutió con su esposo
La discusión en el cuarto de Cáceres terminó abruptamente con un grito de auxilio de María Belén, según otro testigo reservado de la Fiscalía: “Ayuda, me matan”, dice que se escuchó antes de que se acabara la discusión por completo y todo quedara en silencio.
Contra Cáceres se dictó una orden de prisión el pasado 15 de septiembre, cuatro días después de la desaparición de su esposa, pero está prófugo.
Por ahora la Fiscalía no ha revelado qué otros detalles ha aportado la única detenida en este caso: la cadete Joselyn S. P., supuesta pareja sentimental del teniente Cáceres, pero tiene más testimonios de otros cadetes.
Uno de ellos dice que el día que Bernal entró a la escuela policial, allí había una reunión social y ella no estaba invitada. “Lo sorprendió al capitán” y se esucharon golpes.
Después de una hora aproximadamente, el mismo testigo dice que escuchó que Cáceres salió de su habitación, arrastrando un bulto envuelto en una cobija.
Y otro alumno de la escuela policial dijo que vio al teniente Cáceres subiendo ese bulto a un auto, que ahora se sabe, es de María Belén Bernal.
Según el registro de la Escuela Superior de Policía, Cáceres no salió por la puerta principal, sino por una puerta posterior, a bordo del vehículo descrito por uno de los testigos.
La Fiscalía reveló que “el informe técnico pericial de inspección practicado al vehículo” que Cáceres utilizó para salir de la Escuela Superior de Policía “arrojó un resultado positivo a una prueba de luminol (sangre)”.
Los chats de la cadete y el teniente
La Fiscalía dijo tener en su poder al menos “35 elementos de convicción que hacen presumir que Joselyn Brigitte S. habría tenido un grado de participación en la desaparición de María Belén B”.
Por ejemplo, “la versión rendida por una amiga de la procesada –también cadete–, quien proporcionó detalles de una conversación que mantuvieron vía WhatsApp, contándole que el teniente Germán C. (prófugo) mantuvo una discusión con la ciudadana desaparecida”.
En su versión agregó que Joselyn S. P. le pidió que borre dichas conversaciones, al enterarse de la desaparición de María Belén.
La Fiscalía también tiene en su poder “el análisis de comunicaciones entrantes y salientes mantenidas entre la procesada Joselyn Brigitte S. P. y el teniente Germán C”, actualmente prófugo.
Escena del crimen manipulada, advierte Fiscalía
En el cuarto de cáceres se hallaron “botellas de cerveza y muchas cosas más”, contó Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, sin dar mayores detalles.
Ella desmiente al ministro del Interior, Patricio Carrillo, quien dijo que el día de la desaparición de Bernal de la Escuela de la Policía “no se podía comprobar quien iba dentro del vehículo” porque los vidrios eran polarizados.
Pero la Fiscalía confirmó este sábado que el fiscal Giovanny García, en su pedido de prisión preventiva a la cadete Joselyn S. P. “citó el informe del reconocimiento del lugar de los hechos efectuado a la habitación asignada a Germán C., cuya conclusión revela que se trata de una escena cerrada y manipulada”.
Lo cierto es que de María Belén hay registro de entrada, pero no de salida. Y versiones que hablan de gritos, pedidos de auxilio, golpes, silencio repentino y un bulto arrastrado y subido a un auto en el que se halló rastro de sangre.
Las labores de búsqueda continúan y la familia de María Belén espera justicia. Ecuavisa.com
