Por:
Jacinto Salas Morales
Ibarra, ciudad con uno de los cuatro centros históricos más valiosos del Ecuador. Pese a esto carece de un proyecto que permita conservarlo, valorarlo entre sus propios habitantes y promoverlo.
Superar esta deficiencia provino de la sociedad ibarreña que integró la Junta de Rescate Patrimonial de Ibarra y por cerca de dos años preparó un proyecto de ordenanza que permita a Ibarra proteger, difundir ese patrimonio arquitectónico y cultural intangible creado a lo largo de su historia.
Entregado al Municipio en septiembre del 2018, revisado por la Comisión de Patrimonio y Áreas Históricas, el proyecto será debatido en el pleno del Concejo Municipal. De aprobarlo, Ibarra tendrá finalmente un documento legal y oficial que determine las líneas maestras que salven su patrimonio.
Pero a más de la falta de una ordenanza que lo proteja, resulta decepcionante comprobar que no todas las administraciones municipales tienen un compromiso coherente, serio y de largo plazo para resaltar y proteger el patrimonio urbano de Ibarra. No lo promueven ni difunden. Tampoco lo miran como uno de sus recursos más importantes para dinamizar su economía y el turismo interno.
Por ello no priorizan proyectos que devuelvan a Ibarra sus condiciones de habitabilidad, la aprovisionen, a futuro, de agua potable. Eviten que se convierta en ciudad fantasma mientras crecen los barrios periféricos; no soterran los cables ni recuperan su característica de “blanca”; tampoco mejoran integralmente aceras y vías ni densifican y frenan su expansión desordenada…
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31/enero/2022