Como ocurre desde 2012, se vio otra explosión popular en el Gran Premio de Fórmula 1 de los los Estados Unidos. En lo que debe haber sido uno de los eventos masivos más grandes desde el inicio de la pandemia de COVID-19, en todo el fin de semana hubo 400 mil personas en el Circuito de las Américas en Austin, Texas.
Desde el viernes en los entrenamientos se vio un autódromo colmado de público, ávido por recibir a la Máxima, cuya última visita había sido en 2019. El público norteamericano es amante del automovilismo y al ser una de las tres carreras que se disputan en el continente en el ejercicio 2021 permite que también haya gente de otros países, en especial los mexicanos, que al estar cerca de Texas suelen ir a apoyar a su crédito, Sergio “Checo” Pérez.
El público americano brinda mucha calidez a los participantes y por eso los corredores se sienten tan cómodos corriendo en los Estados Unidos o en la venidera fecha, México, donde el Autódromo Hermanos Rodríguez cuenta con el fervor de su gente más allá de que van a alentar a Checo.
Como es costumbre en el GP de los Estados Unidos se presentan figuras de otros deportes o del espectáculo. En esta oportunidad, la ex estrella de la NBA Shaquille O’Neal llegó al podio con el trofeo al ganador en un auto tuneado para la ocasión, con cuernos sobre el parabrisas. Luego el ex pívot les entregó los premios al vencedor Max Verstappen (Red Bull); al segundo, Lewis Hamilton (Mercedes) y al tercero, Checo Pérez (Red Bull).
También estuvo presente en los boxes el director de cine George Lucas, que se robó las cámaras y público deliró al verlo en las pantallas gigantes. Las tribunas se mostraron llenas y la gente disfrutó del evento, que estuvo “caliente” en la previa por la fuerte rivalidad entre Verstappen y Hamilton. INFOBAE