Por:Jacinto Salas Morales salasjacinto@yahoo.com
“A todo señor, todo HONOR ” afirma esa tradicional expresión de la sabiduría popular. El último sábado Ibarra, sus autoridades hicieron suya esta frase al reconocer la trayectoria vital de un hombre singular en nuestra historia: el ingeniero Fausto Endara Espinosa, cuando se inauguró el monumento a su memoria en el nuevo parque que llevará su nombre.
Símbolo de esa ibarreñidad profunda, Fausto Endara perteneció a esa generación de jóvenes ibarreños que rompió un paradigma prevalente por muchos años, la de abandonar Ibarra y buscar nuevos rumbos en otros lugares. El joven profesional, no. Prefirió regresar a la tierra, cumplir ese compromiso de vivir aquí, luchar por el adelanto y progreso de la ciudad que nutrió su infancia, sus visiones de juventud y promover la revitalización de Ibarra.
Ese compromiso le convirtió en un dinámico emprendedor que junto a otros jóvenes profesionales como él, promovieron la creación de empresas como Tababuela, Ilensa. Que encontraron en la participación política honesta y desinteresada la manera de marcar nuevos rumbos de progreso y desarrollo para la pequeña ciudad que no despertaba de su letargo.
En esa participación llegó al Consejo Provincial, al Municipio de Ibarra como concejal, para culminar como el más joven alcalde de Ibarra en el período 1957 – 1959. Allí mostró su capacidad y liderazgo: Plan Regulador, agua potable, electrificación. Más tarde, casi aclamado: gobernador.
Reconocido por su humanismo, su compromiso social, su caballerosidad. Ibarra, su ciudad hizo justicia “ A todo un señor, todo honor”.