C.37: ¿qué se sabe sobre la nueva variante encontrada en Ecuador?

Salud

Otra variante arribó al país. La C.37 o también bautizada como ‘Andina’, de la cual no se conoce su origen a ciencia cierta, pero se ha esparcido velozmente por Chile y Perú. El Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), reveló el domingo 25 de abril, la identificación de cinco casos entre las provincias de El Oro (3) y Pichincha (2).

Ante ello, las mismas preguntas vuelven a surgir ¿cuáles son las implicaciones de esta nueva variante? ¿funcionarán las vacunas?
Primero hay que entender su origen. Esta variante desciende de un linaje, es decir, de una familia del virus, denominada B.1.1.1. que circula desde el inicio de la pandemia. Esto se debe a que la covid-19 va cambiando y con ello crece su árbol filogenético, lo que en términos sencillos sería el árbol genealógico del virus. “En la actualidad hay alrededor de 20 familias del SARS-CoV-2, pero esta familia es bastante común en Latinoamérica y en otras partes del mundo”, manifiesta Paúl Cárdenas, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito.

¿Cuáles son las amenazas de la nueva variante?

A nivel genético la C.37 reporta dos mutaciones en la proteína espícula o en inglés spike (se muestra en la foto inferior), lo que ocasiona que el virus “se pegue más fuerte a las células humanas”, señala Cardenas. Además, resalta que aquello puede derivar a que sea más contagiosa entre las personas, pero aún faltan estudios para determinarlo.
Otro de los aspectos que preocupa sobre las mutaciones y que fue señalado por el investigador peruano Pablo Tsukayama, quien dirigió el grupo de científicos que identificó la variante, es que “podrían ayudarle a evadir la neutralización por anticuerpos”. Cardenas explica que estas mutaciones se producen en el mismo sitio donde se ubican los anticuerpos “esto puede hacer que esta variante no reaccione adecuadamente a la respuesta inmunitaria, es decir, a las defensas del cuerpo”. Aquello, puede causar, la reinfección de quienes ya padecieron del virus, volviendo a contagiarse con la nueva variante “debido a que los anticuerpos no lo protegen”.
Pero hay más: las vacunas. “La mayoría están hechas con la proteína espícula (spike), produciendo diferentes anticuerpos para evitar que ingrese el virus. Si es que muta, evita justamente que funcione e ingrese al organismo”. Un ejemplo de ello es la variante de Sudáfrica, donde la vacuna de Pfizer tiene menor eficacia, y por ello suspendieron su uso.

No es todo. Esta variante comparte la misma mutación con la P1 de Brasil, y en principio, según Tsukayama, darían el mismo resultado en prueba de PCR. Es decir, “es posible que muchas de las muestras identificadas como P.1 sean realmente C.37”, advirtió.
Riesgos

Tanto la variante de Reino Unido (B.1.1.7) como la de Nueva York (B.1526), tienen en alerta al país. Cardenas señala que cada vez más se encuentran entre los pacientes. “En algunos países se ha demostrado que son más contagiosas y tienen una mortalidad más alta”. Recalca que esos son los problemas futuros que se podría enfrentar con las variantes C.37 y P1 (Brasil), “el impacto de una variante está relacionado por el nivel de contagio que llega a tener, entonces, en tres o cuatro semanas vamos a ver si aumenta su presencia en el porcentaje de casos”.

Limitantes

¿Hay la posibilidad de que en Ecuador ya exista una variante autóctona?

“Eso solo lo vamos a detectar si aumentamos la capacidad de secuenciamiento”, una tecnología que permite rastrear las letras que tiene el ARN (como el ADN) del virus y determinar su patrón. De acuerdo, a Cardenas es necesario que en el país se empiece a secuenciar a gran escala para detectar cómo está evolucionando el virus, y poder adoptar las medidas efectivas para combatirlo. En Ecuador se han conseguido secuenciar a 400 genomas, pero está lejos de ser suficiente, la capacidad debería aumentar, según el experto: “por lo menos 10 veces más”, para dar una idea clara.

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