Varias vías del país amanecieron bloqueadas por buses interprovinciales, que desde este lunes 19 de abril, comenzaron un paro de actividades por 48 horas ante el incremento constante del valor del diésel.
La medida sorprendió a cientos de usuarios, quienes se vieron obligados a suspender sus viajes o sus jornadas de trabajo. Los transportistas esperan una respuesta del Gobierno, ante las propuestas presentadas por el gremio, una de ellas, es la focalizacion del subsidio al combustible.
Por varias horas impidieron el paso vehicular por la carretera en la provincia de Loja. La medida también se replicó, por un menor periodo, en Azuay. De esta forma arrancó la paralización de actividades anunciada por el gremio, medida que terminaría a la medianoche de este martes.
En otros puntos, simplemente los transportistas ubicaron los buses a los lados de la carretera. Había custodia policial y personal de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) para evitar que se cierre la circulación de vehículos particulares y unidades de transporte que no hayan querido suspender sus actividades.
El ministro de Gobierno, Gabriel Martínez, dijo a través de Twitter, que las carreteras del país estaban habilitadas y que no permitirían el cierre de vías porque es ilegal, porque afecta a la economía y al derecho a movilizarse y producir.
Los dirigentes explicaron que la suspensión se realiza ante la ausencia de un acuerdo con el Gobierno en torno a la focalización del subsidio del diésel, cuyo valor se ha incrementado en los últimos meses.
Ahora solo esperan un pronunciamiento del Gobierno ante el estudio técnico realizado por la autoridad. Mientras en las terminales terrestres, decenas de usuarios se quedaron sin poder viajar por motivos laborales o personales. Fueron sorprendidos por el paro de actividades y algunos denunciaron que había vehículos externos ofreciendo llevarlos por costos excesivos.
Por lo que agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador y de Tránsito Municipal realizan controles para evitar que vehículos no autorizados trasladen a las personas hacia otras localidades, y que los autorizados cumplan con las medidas de bioseguridad.