Con solo seis mil vacunados contra el COVID-19, Ecuador está entre las naciones con menos personas inmunizadas en Latinoamérica.
Hasta la primera semana de febrero, en Chile ya se había inoculado a 1,4 millones de ciudadanos aproximadamente, en Argentina a más de 307.000 personas y en Costa Rica a unos 24.000 individuos.
Ecuador está muy lejos de esas cifras, pese a que fue uno de los primeros países de Sudamérica en recibir los primeros lotes del medicamento.
El pasado 20 de enero la vicepresidenta María Alejandra Muñoz; el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos; y otras autoridades recibieron en Quito el primer cargamento con 8.000 dosis, dirigidas a adultos mayores de geriátricos y personal sanitario de primera línea, sin embargo esas vacunas no alcanzaron ni siquiera para este último grupo.
Y ese es uno de los problemas en este proceso de vacunación, indica el médico Iván Verduga, pediatra y especialista en campañas de inmunizaciones.
“Estas 8.000 dosis fueron mal administradas. Una vez que lleguen las nuevas vacunas tiene que haber un ordenamiento”, señaló el galeno.
Si se compara con otros países de la región, Argentina recibió en su primer lote 800.000 dosis, Perú 300.000 y Brasil 120.000.
Bárbara Garcia, vocera de la farmacéutica Pfizer, habló con Ecuavisa y confirmó que hasta marzo llegará el total de la primera remesa acordada con el Gobierno que corresponde a 86.000 dosis.
En total, Pfizer se comprometió a enviar este año dos millones de vacunas a Ecuador.
Además, el país mantiene convenios con AstraZeneca (cinco millones), COVAXX (cuatro millones) y el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19, conocido como Covax (ocho millones). Con esto se vacunaría a 9,5 millones de ecuatorianos, es decir casi el 56 % de la población.
El Gobierno de Lenín Moreno aseguró que estas dosis se comprarían con un presupuesto de 200 millones de dólares. Ecuavisa.com